viernes, 12 de junio de 2009

EL AUTISMO NACIONAL Y SUS INVENCIONES

EL AUTISMO NACIONAL Y SUS INVENCIONES

No cabe duda, de que todo sistema, sea este un partido político o un régimen autoritario, y, todo individuo (k’ara o indígena) que se enfrasque en ser absolutamente original (u originario), nada más acabará inventando y descubriendo cosas como el lago Titicaca, la puerta del Sol, el cerro rico de Potosí, el salar de Uyuni…; esa obstinación, propia de personalidades egocéntricas, en Evo Morales, no sólo es sorprendente, sino digna de ser incluida en el libro de los records mundiales, por su intención de “inventar la democracia” en pleno siglo XXI, a pesar de que la democracia ya fue inventada por los griegos y reflexionada hasta la saciedad por los viejos clásicos, de la talla Baruch Spinoza, Thomas Hobbes, John Locke y otros.

Borges, en uno de sus más brillantes relatos, nos cuenta la hazaña de un hombre empeñado en inventar el Quijote, sin acudir en absoluto a la obra cervantina; Pierre Menard lo reinventa todo, línea a línea; por supuesto que no deja de ser una tarea loable y ejemplar, pero, perfectamente inútil; por su lado, hablando ya del carnaval político en Bolivia, el régimen masista, sin siquiera consultar, por medio de la lectura de las hojas de coca, y ni pensar, en la revisión de los teóricos de la democracia, posiblemente, sí en las piedras y las arrugas de los Jilakatas andinos, busca reinventar la democracia, una democracia de corte comunitarista, que se erige sobre las ruinas del Estado colonial, republicano, excluyente, es decir, ese que nació con Bolivar y agonizó con Goni Sánchez de Lozada, pues, es eso lo que se afirma en el preámbulo de la Constitución Política del Estado: “Dejamos en el pasado el Estado colonial, republicano y neoliberal. Asumimos el reto histórico de construir colectivamente el Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario…”

La democracia ha sufrido en estos años de gobierno social-comunitario, una suerte de devaluación, respecto de las enormes posibilidades que ofrece la misma, para vivir en sociedad; hemos escuchado, desde el día que llegó don Evo Morales al parlamento con su slogans de “500 años de opresión a 200 años de liberación”, hasta escuchar cómo el último de los súbditos masistas, se lava la boca y se limpia la cara con la democracia; y no puede ser de otra manera, si en estos tres años de gobierno, los más bruñidos y acrisolados símbolos del más degradante “autismo nacional”, Evo Morales y García Linera, han legitimado las acciones más brutales como las más caritativas dádivas de los cheques venezolanos y los bonos clientelistas, en nombre de la democracia inventada para el sustento del Estado plurinacional; mientras la democracia continúe secuestrada por personajes que han dado un largo paseo por el nacionalsindicalismo o el terrorismo foquista de los ayllus rojos, la democracia verdadera ni la reinventada por el masismo, podrán conducirnos al reino de la libertad y los derechos humanos.

El Estado plurinacional del MAS, no sólo sirve como escaparate en el que los indígenas (indigentes) son expuestos para el mundo, a modo de modelo y ejemplo de inclusión, sino que también, es la forma más soterrada de hacer del indígena, una figura decorativa, mientras sea un símbolo que justifique los medios y los fines de la izquierda autista de los sesenta, de la perseguida por las dictaduras, de esa que se alimenta del populismo salvaje para mantenerse a flote en el poder; ¿acaso, Evo Morales, en medio de todos esos intelectuales, que dicen haber leído a Karl Marx y Friedrich Engels, no es sino un adorno? ¿La ministra Celima Torrico, que sólo aparece para las fotos, pero en temas jurídicos, ch’acatay, no es sintomático? ¿Y el más lúcido de los figuretes, al igual que el Menard de Borges, no acostumbra leer nada, porque dice que hace daño, el Canciller Choquehuanca, que confunda el derecho internacional, con la justicia comunitaria, es gratuito? Creo que nada de lo que pasa con los rostros indios del gobierno, lo es, porque es la única forma de domesticar a las masas.

El “autismo nacional” del gobierno, acaba por inventarlo todo de nuevo. Le ganamos a la argentina, por 6 goles a uno, y pensamos que se ha inventado el futbol; se habla de descolonización, y se piensa que se está creando, la receta para luchar contra el neoliberalismo; se escribe en la Carta Magna, Estado plurinacional, y se piensa en su exportación; y así es cómo el autismo nacional, termina por reinventarlo todo. Y si estamos a punto, en política, de inventar esa democracia, debiera ser de prisa, para hoy y no cuando ya no importe nada u aparezcan otros autistas nacionales, no vaya ser que quieran inventar otra nueva democracia.

Iván Castro Aruzamen
Teólogo y filósofo
Profesor de derechos humanos

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