ALVARO
GARCÍA LINERA
Mi condición de
ciudadano honesto y decente, me impulsa a verter algunas notas, siempre desde
mi perspectiva, sobre uno de los personajes más nefastos y obscuros que ha
pisado y enlodado la vida política del país en este último quinquenio; advierto
que lo que a continuación diré acerca de las acciones y perversiones del
segundo manda-MAS del gobierno, son sólo eso, digo yo, aproximaciones, que
nunca agotaran todas las pesadillas que este personaje de lengua bífida e ideas
ofuscadas esconde tras de sí, por tanto, si la ley contra el racismo, aprobada
a expensas de un artículo mío, que causó tanto revuelo y echó andar al diablo, no me impresiona en absoluto
que ahora pudiera aplicarse tan amañada ley a mi forma de escribir u otras (como
la censura a la prosa de mi amigo Claudio Ferrufino-Coqueugniot).
García Linera, durante
estos últimos años, no sólo ha maquinado todas las argucias criminales contra
personas opositoras al régimen, sino que además, es la muestra de cómo una
persona malsana, es capaz de lanzar las calumnias más rastreras, más
vergonzosas –como el caso Rózsa-, que terminan siendo un supremo insulto a la
verdad y otras formas, como la justicia; García Linera, como todo astuto
demagogo, para llevar adelante toda una maquinaria de expurgación de sus
resentimientos se ha rodeado de una pandilla de verdaderos galgos del poder. Y
todo lo ha hecho este personaje nefasto, que ha escrito fábulas dignas de la
literatura fantástica antes que verdaderos análisis de teoría sociológica, tan
sólo para saciar su sed de venganza.
Yo creo, que por los
ademanes, el tono de la voz, las arengas e invectivas contra todo lo que se
parezca neoliberal o desatine con el proyecto jacobino suyo, es propio de una
de las mentes más turbias, más enrevesadas y obsesionadas por la intriga, que
vive en el país; de la mano de Alicia en el país de la maravillas, podemos
concluir que, ¿quién sino García Linera? Planeó la matanza del Porvenir en
Pando, para sacar del camino a Leopoldo Fernández, y el traslado de opositores
a la ciudad de la Paz en condiciones ajenas a los derechos más elementales del
ser humano. Él ideó intervenir a los marchistas indígenas del TIPNIS, usando el
brazo de su testaferro Sacha Llorenti; él propuso construir la carretera por el
territorio indígena, con el pretexto de que no había presencia del Estado, como
si éste padeciera de dislexia; a él lo describe el presidente como el ideador
de que los campesinos hayan arremetido en todas partes, bajo los efectos de la
revancha histórica, contra todo brote de educación y espíritu de superación,
actos legitimados por una inteligencia de matemático lírico volcado sobre las
ciencias sociales, que no superan la tan vilipendiada mediocridad del burgués
boliviano.
No cabe duda, que García
Linera con esa mezcla de fanfarria y pseuda super inteligencia, ha acabado
hipnotizando a aquellos, que según él nunca tuvieron lugar en el Estado, eso
que Souza Santos llama las emergencias; aunque yo creo que García Linera está,
cuando habla desdeñosamente, de la separación del cuerpo y el alma, ni siquiera
cerca de Platón, sino más bien de las ciencias ocultas y hasta pienso que debe
charlar a menudo con los Espíritus de los cuerpos que el gobierno ha matado. Y
todo eso no son más que artimañas de una fértil imaginación. García Linera ha
hecho del nuevo Estado y su gobierno pluri, un nido de arañas donde se tejen
intrigas, comadreos, compradreos y toda suerte de dilapidaciones para quienes
osen cuestionar al régimen. El palacio de gobierno es hoy un sindicato sagrado
sin sindicalistas donde se decide la suerte del país y de nuestros hijos. A él
la historia y el próximo gobierno, deberán ajusticiarlo por haber fomentado y alentado
a hacer usura con el patriotismo para engendrar el odio entre los bolivianos y
hacer de la ignorancia de las masas un terreno fértil para la angurria de su
pandilla, cuando el país necesita de la verdad y la justicia para ser un lugar
más habitable.
Estoy convencido de que
el señor Álvaro García Linera, ex – terrorista de alta tensión, es el diabólico
artífice de defender a sable y mentiras, la inconsistente erección de una nuevo
Estado a lo largo de estos 6 años de gobierno masista, por medio de
descabelladas y delictivas maquinaciones, reforzadas por una abominable y feroz
campaña mediática desde el canal estatal con el fin de desorientar a la opinión
pública y encubrir toda una sarta incontable de errores en la conducción del
gobierno.
García Linera para mí
sólo es un cuerpo capaz de las más atrevidas perversiones políticas de vigilar
y castigar; y un espíritu de perversión social. Proyecto o partido político que
incuba estos extremos, nada más le espera temprano o un poquito tarde, la
descomposición y necrosis ideológica.
Cuando voy para el
final de este artículo, dicen por ahí, que el matrimonio del Señor Linera sólo
es una más de sus excentricidades y, que por lo demás, hasta la operación de
columna que se hizo en la Clínica los Olivos, en realidad, fue un poco más
abajo de la cóxis ¿acaso, el Señor Mallku no dijo alguna vez que el Vice fue su
íntimo y otras cosas más en San Pedro?
Iván Castro Aruzamen
Teólogo y filósofo
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