domingo, 21 de noviembre de 2010

El RETROSOCIALISMO

EL RETROSOCIALISMO

El presidente no se explica –y eso es ya, además, de cómico, absurdo, para un primer mandatario– y en vez de explicarse y explicarnos en un lenguaje claro y distinto, sobre lo que está pasando en el país, prefiere enredarnos en la barra de la lengua –que ya sabemos que nos rebasa por delante y por detrás–. Ya he anotado en alguna parte que, el presi Morales es lo pueril de la llamada izquierda en Bolivia y, a su lado, García Linera no es más que un rostro pálido.
Mientras los gobernantes del Estado Plurinacional, se toman fotos, beben mate de coca y derrochan los impuestos de los bolivianos en las rodillas negras de ñusta (Claudio Ferrufino-Coqueugniot) del Presidente, el mundo no para de girar, pero, tampoco el hambre, el desempleo y, los que sufren violentamente contra su humanidad, son siempre los pobres, los más pobres y los pobres entre los pobres. Y no puede ser que el rodillazo artero, cobarde, marica del primer futbolista frustrado de este país, en contra de los testículos de bronce de un ciudadano común, empleado público, haya ocasionado que nuestro mandatario se vaya a invernar en la clínica los Olivos, cuando debiera ser la medicina tradicional de los callahuayas y otros jampiris, solucionen el problema, para ser coherente con lo que se vocifera y se practica, no. Pues, nada. Lo que pasa es que este gobierno se anda chupando la rueda. Dicen: “lo primero es la Constitución”. No tenemos Constitución, sino, no andaríamos improvisando todo. Lo que sí tenemos son leyes por aquí y por allá. Se improvisa todo el día y en todo. Hay que tener una Constitución.
Yo creo que Morales y García Linera, no lograrán sostener por largo tiempo todo su retrosocialismo, que ya fue asimilado y superado décadas atrás. Sólo el uso extremo de viejas tácticas carniceras, militares, terroristas, sostienen por ahora el abombado discurso liberal de la izquierda nacional. Los problemas del país, no se resuelven contando los dedos de la mano ni siquiera con una Constitución ni un marco legal brillante.
García Linera está pálido. Porque ya se le ha empezado a desteñir en purísima el azul de la bandera masista. Sabemos que el Vice lleva una Constitución en el bolsillo derecho del terno y, dicen los contraespias, que también allí esconde una pistola. La izquierda que representan, no ha hecho más que levantar estandartes por todas partes y sacar cuerpos incorruptos y sexys como símbolos del cambio.
Por alguna galaxia desconocida gira el planeta oscuro del Estado Plurinacional, embadurnado de coca. Por esa razón, digo yo, ni Morales ni García Linera, son exactamente la gran izquierda nacional, sino sólo la pequeña izquierda pequeño burguesa, la de los chicos pawer, que nada más buscan convencer a los capitalistas a que se porten bien, o les espera la cárcel.
La gran izquierda propiamente dicha y propiamente grande, no usa corbata ni trajes oscuros de condes, mucho menos trapos de 500 dólares americanos, tampoco automóviles ni aviones ejecutivos, peor aún se mezclan con el narcotráfico. Y si los pontífices de la pequeño burguesa izquierdosa, no toman en cuenta a la gran izquierda de abarcas de goma, campesina, provinciana, les va ha devorar la gran derecha, que anda escondida por ahí. Esto les iba yo a decir, cuando me salen con eso de que soy racista. Joder, no.

Iván Castro AruzamenTeólogo y filósofo

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